Trabajar en Alemania

Un día típico como profesor de español en Berlín

 

 

 

Berlín es la ciudad con mil caras y mil oportunidades. Todo lo que tú quieras lo puedes hacer aquí, por muy extrañas que sean tus aficiones, aquí encontrarás a otros como tú y un millón de espacios donde poder desarrollarte.

 

Por eso me gusta Berlín y por eso me quiero quedar aquí por algún tiempo más.

Me llamo María, tengo 32 años y soy profesora de español. He trabajado en muchos otros países, pero esta ciudad tiene algo especial, igual es su cielo gris, su gente o la falta de trabajo.

 

Berlín, aunque capital, es una ciudad sin recursos y con mucho paro. Así que aunque hayan pasado 28 años desde 

la caída del muro, sigue siendo “pobre pero sexy”, como ya dijera el ex alcalde de la ciudad Klaus Wowereit. Estos datos evidentemente nos afectan a los profesores delengua extranjera, ya que hay mucha oferta y poca demanda.

Para sobrevivir,  trabajo en cinco escuelas privadas diferentes; cada una de un barrio y una esquina de esta gran ciudad. Siempre de tarde, trabajar de mañana es un lujo que todavía no he tenido el gusto de probar, pero me han contado que el sonido del despertador a las 7 a.m es como música celestial para tus oidos.

Como este no es mi caso, a mi me suena el despertador un poco más tarde. La ciudad ya está en marcha y “la pequeña Ancara”, como cariñosamente llamo a mi barrio ya que en su mayoría viven turcos, rebosa de energía.

 

Hago las labores normales de un ser humano, muy relajadamente. Sentarme a leer el periódico, desayunar con calma, ir a yoga, regar y arreglar mis plantas, limpiar, meditar... ¡Qué dura es mi profesión! Como he dicho en esta ciudad hay lugar para todo tipo de actividades, a veces solo es encontrar que la que a ti te guste, no coincida con tu horario laboral, en este caso, que se realice por la mañana.

 

También es el momento de estudiar alemán, idioma que por lo general cuesta algunos (o muchos) años dominar. Hay que ser constante y no perder la paciencia, porque no es una lengua agradecida y no se aprende solo de escucharla en la calle.

Por lo general empiezo a las 4, a veces un poco antes, y termino a las 9. Por lo que hasta las 3 no hace falta que me ponga en marcha. Como ya he comentado trabajo en escuelas diferentes por lo que esas cinco horas no las tengo de clase, sino de transporte y clase. De hecho paso tanto tiempo en el transporte público que  creo que me van a “socia de honor” del metro. Pero es un tiempo que siempre se puede aprovechar: leer, corregir deberes de tus estudiantes, preparar aquel ejercicio que siempre tienes en mente y en mi caso, hago muchas cuentas. Porque llegar a fin de mes siendo profesora de español autónoma en Berlín no es del todo fácil.  Así que cuento y recuento aquello que voy a ganar y le resto mis gastos fijos. Así hasta que anuncian mi parada. Capsulas de cafe compatibles

 

Con ese ánimo un poco turbio llego a la escuela pero en seguida se me pasa cuando le veo las  caras a mis estudiantes. A veces niños, a veces adolescentes o adultos, pero siempre con la cara de entusiasmo de conocer algo nuevo y expectantes por ver que vamos a trabajar hoy.

 

Aquí en las escuelas me siento como en casa, total libertad para trabajar como quieras y un trato siempre respetuoso y cariñoso.

 

Y aunque antes de venir aquí a vivir tenía el prejuicio de que los alemanes iban a ser inamovibles en clase, nada más lejos de la realidad. Trabajadores si, pero también imaginativos y payasos.

Salgo a las 9 y me queda otro largo paseo en metro hasta mi hogar, por suerte el camino suele ser post cerveza. Este es era otro de los tópicos prejuiciosos que tenía en la cabeza al venir aquí, que a los alemanes les gusta mucho la cerveza, pero en este caso no me equivocaba.

 

Y sea por la afición alemana por la cerveza o por la nuestra por la celebración, me encanta terminar la tarde con mi grupo de estudiantes celebrando que hemos conseguido sobrevivir un día más, aunque las cuentas no dieran tal pronóstico.

 

Escrito por Maria Blanco. Gracias a todas sus experiencias trabajando y dando clases en el extranjero, está colaborando con ELE Barcelona, para formar a nuevos profesores de español y contagiar de ilusión al que quiera hacer lo mismo. ELE Barcelona es una innovadora escuela de formación de profesores de español. Su objetivo es ofrecer el mejor curso "FELE" – Formador de español como lengua extranjera – y dar todo el apoyo necesario en una atmósfera de trabajo agradable donde sus estudiantes puedan aprender a enseñar español con estudiantes reales.  

Web:            www.elebarcelona.com  

Email:          [email protected]

Phone:        +34 934 875 116

 

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Berlín es la ciudad con mil caras y mil oportunidades. Todo lo que tú quieras lo puedes hacer aquí, por muy extrañas que sean tus aficiones, aquí encontra

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2021-07-19

 

Un día típico como profesor de español en Berlín
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